Según una leyenda, Yaroslav el Sabio, el gran príncipe de Kíev, fundó la ciudad de Yaroslavl tras una pelea a muerte con un oso, que tuvo lugar en estas tierras y que las tribus locales consideraban sagrado. Para celebrar esta victoria, Yaroslav el Sabio empezó a construir esta ciudad. En 2009, antes de celebrar el milenio de Yaroslavl, se inauguró el monumento al Oso cerca del Monasterio de la Transfiguración del Salvador.