No debes estar sorprendido por los apellidos alemanes, polacos, franceses, judíos, suecos o finlandeses de los arquitectos de San Petersburgo, mencionados en nuestros posts. San Petersburgo y Moscú eran las ciudades muy internacionales, llenas de los representantes de diferentes naciones, que en aquella época formaban el parte del Imperio ruso o llegaban allí para vivir y ganar la fama. Había muchos artistas y artesanos nacidos aquí, quienes tenían raíces europeas.