Por su trabajo arriesgado el techador ingenioso recibió 5000 rublos, una medalla de Santa Anna y el derecho de recibir una copa de vodka gratis en cualquiera taberna de la ciudad. Pero, entró en la historia de la ciudad no solo por eso.
Al recibir el derecho por la copa gratis, firmada por el mismo Emperador Nicolás I, el perdió este documento valioso bastante rápido. El emperador se negó de darle el duplicado, pero ordenó a ponerle la marca en el cuello, para sustituir el documento.
Chasqueando con sus dedos por el cuello, Telushkin seguía recibir su copa de regalo. Desde entonces este gesto señala el deseo de tomar copa en Rusia, ¡pero lo de gratis todavía no funciona!