Mijaíl Bulgákov (1928)
Prototipos de los protagonistas y de los acontecimientos de la novela
Bulgákov apreciaba Fausto de Goethe, y como nació en la familia de sacerdotes y profesores de teología, conocía bien el Nuevo y Antiguo Testamento. En El maestro y Margarita puedes ver numerosas referencias a estos libros, la otra fuente de inspiración importante era su vida en Moscú y las personas que conocía.
Vóland. Vóland del libro personifica al mismo diablo durante su viaje a Moscú. Aunque el nombre del personaje fue tomado de Fausto y parece más a una figura folklórica para nosotros, los amigos de Bulgákov que fueron invitados por el autor a la primera lectura de El maestro y Margarita estaban aterrorizados: tenían otra asociación fuerte en sus cabezas y para ellos la imagen no tenía nada que ver con el Fausto o las leyendas europeas.
Marietta Chudakova, una de las investigadoras más importantes de Bulgakov, dice que en la figura de Vóland los amigos de Bulgákov vieron a Iósif Stalin. Tenían miedo de que este libro pudiera haberse publicado, ya que todos en la Unión Soviética en la década de 1930 tenían miedo de Stalin: era la época del Gran Terror y las represiones masivas, cuando mucha gente fue sacada de sus casas para volverse nunca. Stalin, quien creó su propio séquito como Vóland de la novela, tenía las relaciones complejas con Bulgákov.
Aunque prohibió directamente su otra obra importante, La Fuga, que, en sus propias palabras, idealizaba las figuras de los generales blancos y la emigración, permitió la publicación y producción teatral de la próxima obra del teatro de Bulgákov, Los días de los Turbín (1926), que también relataba sobre los horrores de la Guerra Civil desde el punto de vista de los perdedores, los oficiales zaristas. Fue publicada y representada por el teatro principal de Moscú de aquel momento, el Teatro de Arte de Moscú.
Stalin fue un gran admirador de esta obra de teatro: la vio al menos 15 veces y protegió al autor de los ataques de los críticos.
Dentro de unos años, la situación cambió radicalmente: Stalin prohibió todas las obras de Bulgákov en los teatros, incluso las producciones recién estrenadas, y fue iniciada una campaña acusatoria contra el escritor. Bulgákov perdió su trabajo en el Teatro de Arte de Moscú. Cuando el escritor estaba al borde de un ataque de nervios, escribió una carta a Stalin pidiéndole al menos que le dejaran salir del país.
En respuesta, Stalin le llamó personalmente por teléfono y le preguntó si debieren de verdad de dejarle a salir del país. El escritor estaba tan conmocionado por la llamada que no dijo que sí. Además, Stalin le prometió devolver su trabajo en el Teatro de Arte de Moscú y lo hizo.
Le llamó el Viernes Santo de 1930, el día que seguramente tuvo un significado importante tanto para Stalin, el ex alumno del seminario, como para Bulgákov, el hijo del profesor de teología. Como habrás notado, la trama de El maestro y Margarita también gira alrededor del Viernes Santo.
Esta complicada relación entre Stalin y Bulgákov, donde el primero tenía un poder absoluto sobre el destino del segundo, en cierta manera influyó al escritor cuando creaba su Vóland.