Es la cuna de la historia rusa de los siglos X y XI con catedrales e iglesias tan antiguas que es casi imposible creer que realmente sobrevivieran a tantas turbulencias y guerras, y que hoy en día podamos disfrutar sus magníficos frescos e interiores.
Además, en la ciudad se encuentra un campo con antiguas casas de madera de esta región donde podemos conocer cómo vivían antes los campesinos y artesanos rusos y participar en celebraciones y degustaciones típicas.
En la actualidad es una ciudad tranquila, conocida por su deliciosa gastronomía y situada a solo tres horas en autobús o tren de San Petersburgo. Les recomendamos pasar un día aquí en el camino de San Petersburgo a Moscú.