Monumento del Milenio de Rusia En el centro del
Detinets en 1862 fue instalado e
l Monumento del Milenio de Rusia con que comenzó nuestra publicación. Creo que ya entiendes porque había ganado el concurso la vieja y tranquilla ciudad provincial y ¿quieres saber más del monumento?
Además del torneo de las ciudades, tenía lugar el concurso público de los proyectos del futuro monumento en que participaron 40 artistas. Como a veces pasa, ganó el proyecto de un escultor joven y desconocido, Mijail Mikeshin, recién graduado de
la Academia Imperial de Bellas Artes.
El monumento representa los acontecimientos históricos más importantes de la nación a través de los personajes sobresalientes. En total son 128 figuras en bronce - los gobernadores, héroes militares, artistas y escritores. El nivel superior del monumento es un obre gigante, el símbolo del poder, coronado con un ángel con la cruz que bendiga a la figura femenina de rodillas y con el escudo de Rusia en sus manos.
Nóvgorod el Grande fue modernizado y restaurado para las celebraciones del Milenio de Rusia. Decían que la población de la ciudad en estos días fue duplicada. Había un desfile militar de 12000 soldados y los fuegos artificiales de 62 cañones.
Pronto el monumento se convirtió en el símbolo de la ciudad y de la nación. Ocupaba el centro del Detinets hasta 1941 cuando Nóvgorod fue tomada por las fuerzas de los nazis. Los ocupantes decidieron desmontar y trasladar el monumento por partes a Alemania como un trofeo. Comenzaron a desmantelarlo en diciembre de 1943, sin embargo, el 20 de enero de 1944 la ciudad fue liberada por el ejército soviético. En ese momento el pedestal estaba prácticamente vacío, quedaban solo grandes figuras dañadas y la cruz curvada.
Inmediatamente tras la liberación de la ciudad, empezaron su restauración. El monumento fue reinaugurado sin esperar el final de la guerra, el 2 de noviembre de 1944. Casi toda la población de la ciudad llegó a saludar el monumento. Los testigos recuerdan que era una ceremonia muy emocionante. Aunque la ciudad todavía faltaba la electricidad, el monumento estaba iluminado con los faros y los varones de Nóvgorod gritaron con entusiasmo: "¡El monumento es nuestro!"