Carusel Blog
12 abril 2021

Historia de Carl Fabergé, el rey de los joyeros y el joyero de los reyes

huevo de coronación Fabergé
Su nombre es el sinónimo de la palabra joyero. Conocido por todo el mundo, a lo largo de los últimos 100 años siempre estaba rodeado por los rumores y leyendas.

Sus obras a menudo están en el epicentro de los grandes escándalos y misterios. Los expertos discuten y pelean hasta enronquecer afirmando su autoría y opinan si sus obras son el arte o solo un ejemplo y resultado de los caprichos imperiales y gustos dudosos.

Todo lo que está relacionado con su nombre siempre atrae muchísima atención pública y los cazadores de los tesoros y los coleccionistas están dispuestas a pagar una fortuna para obtener algún ejemplo de su arte de altísima calidad y maestría. Son la encarnación de belleza, gracia y lujo imperial.

Estoy hablando del famoso joyero ruso Carl Fabergé, también conocido como Karl Gustavovich Fabergé, un virtuoso a quien dedican libros, películas y abren los museos completos.

No soy una experta para iniciar o participar en algún debate y valorar su arte, pero en esta publicación quiero contarte un poco sobre las joyas de Casa Fabergé y sus creadores, que son más que los autores de famosos huevos de pascua imperiales. Te contaré la historia de un triunfo y del camino al Monte Olimpo joyero.

La Casa Fabergé es la única joyería rusa que se convirtió en una marca mundialmente famosa. Y a pesar de todas las perturbaciones históricas de los últimos 100 años las mayores colecciones de sus obras ahora están en Rusia - en San Petersburgo, en los Museos Fabergé y el Hermitage y en la Armería de Kremlin en Moscú.
Debemos mencionar desde el principio, que cuando hablamos de Carl Fabergé, no referimos a las obras de un joyero solo. La Casa Fabergé era una empresa grande que unía a los maestros talentosos de la época bajo un nombre. En términos modernos podemos decir que Carl Fabergé era un joyero que creyó su estilo especifico y bien reconocible, pero, además, y eso es muy importante, era un gerente talentoso de gran capacidad de mando que estableció el conjunto muy fuerte de los artistas excelentes.
padres de Carl Fabergé
Los padres de Carl Fabergé

¿Cómo la familia Fabergé llegó a San Petersburgo?

La familia de Carl Fabergé del lado de su padre provenía de Francia, o más bien de Picardía, esto es visto por su apellido, fueron hugonotes y huyendo de las precesiones religiosos en el fin del siglo XVII trasladaron a Alemania. Luego, en 1800 movieron de nuevo, esta vez a Livonia o Estonia actual, entonces parte del imperio ruso. Allí en la pequeña ciudad Pärnu, nació el padre de nuestro protagonista, Gustav Fabergé, quien llegó a San Petersburgo en 1830 para estudiar con Andreas Ferdinand Spiegel, el maestro de las cajas doradas.

En 1841 Gustav Fabergé obtuvo el título del maestro en joyería y después de 1 año solo estableció su negocio propio, abriendo la Casa joyería de Fabergé. El primer taller estaba ubicado en un pequeño sótano de la casa N11 en calle Bolshaya Morskaya.
primera tienda de Fabergé
No está bien claro de dónde Gustav consiguió los fondos para el negocio. Podrían haber sido dado por su suegro, Karl Jungstedt. Casa Fabergé fue establecida en la calle de las tiendas más famosas y caras de la capital, demostrando desde el principio las ambiciones grandiosas del dueño.
Muy rápido la Casa Fabergé ganó la fama mundial - 40 años después de su fundación los miembros de las familias reales "se alinearon" en frente de su famosa tienda de la calle Bolshaya Morskaya y consideraron como un honor la compra de la obra del famoso Fabergé, "el genio incomparable de nuestro tiempo", como le llamaba a Carl Fabergé, el hijo del fundador de la empresa, la emperatriz rusa Maria Fedorovna. Pero será más tarde…

Juventud de Carl Fabergé

A pesar de su origen europeo, Carl Fabergé, nacido en San Petersburgo, le consideraba a sí mismo como el persona y artista ruso, pero como cualquier gran maestro utilizaba y acumulaba los logros del arte mundial. La curiosidad creativa, profundos conocimientos y apertura a diferentes tradiciones le permitieron crear su propio estilo único.

Después de graduarse de la escuela secundaria luterana de Santa Anna (conocida como Annenshule) y adquirir las primeras habilidades del joyero en el taller familiar, a la edad de 14 años Carl fue enviado por su padre a un Gran Tour Europeo para estudiar las ricas tradiciones de joyería. Durante su viaje Carl analizaba las colecciones de París, Frankfurt, Dresde y Florencia y estudiaba con representantes de diferentes escuelas.
Escuela de Fabergé en San Petersburgo
Annenshule de la calle Kirochnaya 8a es una de las escuelas más viejas de San Petersburgo, fundada en 1736 para los niños de la población alemana de la ciudad.

En 1918, Annenschule se convirtió en una escuela común con el estudio profundo de matemática y física. Actualmente es una de las escuelas más prestigiosas de la ciudad.

Entre sus alumnos hay muchas personas conocidas: etnólogo Nicholai Miklukho-Maklai, médico Peter Lesgaft, poeta y ganador de premio Nobel Joseph Brodski y gran maestro de ajedrez Víctor Korchnói.

Carl volvió a Rusia 4 años después para seguir practicando en el taller familiar. 3 años más tarde las obras del maestro joven llamaron la atención de los cortesanos de Su Majestad Alejandro III.

En 1872, cuando tenía 26 años solo, Carl Fabergé, el joyero de nacimiento, gerente por vocación, encabezó el negocio familiar y pronto lo desarrolló hasta las alturas inalcanzables. Al transferir la casa a su hijo, Gustav se marchó a Dresde.
Huevo Fabergé de Kelch
Huevo de Kelch, elaborado con la técnica guilloché, ahora en el Museo Fabergé de San Petersburgo

Como llegó la fama

Junto con gestionar la Casa, Fabergé joven trabajaba en el Hermitage como el restaurador y tasador de las joyas antiguas, siguiendo sus estudios interminables.

No sabemos cómo alcanzó este trabajo en el palacio, probablemente le ayudó su popularidad creciente, pero sabemos que trabajó allí durante 15 largos años ¡y todos estos años de forma gratuita! Gratis, pero con el acceso a la galería imperial de las joyas, donde el maestro adquirió una experiencia invaluable, ahí aprendía los secretos de sus predecesores y estudiaba técnicas, incluso la antigua técnica guilloché del esmalte gelificado sobre un fondo grabado.

Está técnica casi olvidada junto con el profundo conocimiento de los estilos y formas de los tiempos pasados, modificados a los gustos contemporáneos de su época, se convirtió en la marca distintiva de Fabergé. ¡Sus joyeros podían crear los esmaltes de 144 tonos sutiles y la gran variedad de grabados! Grabaron en oro y plata con "muaré", "rayos", "espiguilla" u "ola", mientras que los otros joyeros de su tiempo podían decorar sus joyas con la cantidad limitada de colores simples.
técnica guilloché Fabergé
Técnica guilloché lleva su nombre por el ingeniero francés Guillot, que inventó la máquina especial para grabar patrones en superficies metálicas, pero es conocida desde la Edad Media cuando los artesanos grabaron líneas onduladas dispuestas en una determinada secuencia geométrica.

La superficie grabada con guilloché cubierta con los esmaltes de diferentes colores realza el juego de luces en la joya. El color de esmalte depende de su composición química y temperatura de calcinación. Una vez que el esmalte se ha endurecido, el producto se lija y se vuelve a hornear para lograr una suavidad perfecta. Los objetos con una composición compleja se calcinan de 10 a 100 veces hasta adquirir la perfección deseada.
Los maestros de Fabergé cubrían gran variedad de sus obras con este esmalte. Son los ejemplos más numerosos, desde los huevos imperiales famosos hasta los marcos de fotos y múltiples objetos de baratijas preciosas como los tinteros y materiales de escribir, timbres para llamar sirvientes, cajas para cigarrillos, bombones, estuches de manicure, frascos para perfumes, mangos para bastones, paraguas.

Estas piezas muy variadas, hechas de los materiales de diferentes precios le dieron popularidad amplia a Fabergé. En su tienda era posible comprar tanto la joyería cara con piedras preciosas, como cosas más simples y utilitarias, pero todos muy elegantes. No el precio, sino la calidad y artesanía excepcional eran las características más importantes para los maestros de la Casa.

Como dijo el mismo Carl en una de sus entrevistas: "No soy comerciante, no me interesa una cosa cara si su precio radica únicamente en el hecho de que se plantan muchos diamantes o perlas". Según la convicción del joyero el valor de la obra debería haber superado el costo de los materiales preciosos.

Un momento crucial pasó en 1882, cuando la Casa Fabergé participo en la Exposición Industrial y de Arte de toda Rusia. Allí, el joyero presentó las copias de los tesoros de Kerch, cuya excelente ejecución atajó la merecida atención del público y de la familia real, encabezada por el emperador Alejandro III. Carl Fabergé y su Casa fueron galardonados con la medalla de oro y recibieron el patrocinio de la familia real. La emperatriz en persona hizo su primera compra – un par de gemelos con cigarras.
 Pulsera con cabezas de león - copia de los tesoros de Kerch hecha por Casa Fabergé.
Pulsera con cabezas de león - copia de los tesoros de Kerch hecha por Casa Fabergé. El museo de Fabergé de San Petersburgo
Los tesoros de Kerch son las decoraciones, monedas y otras piezas antiguas del siglo IV a. c., encontradas en Crimea y guardadas en la tesorería de antigüedades del Hermitage. La revista muy popular de la época Niva escribió: "Queriendo elevar la joyería hasta la altura de arte, el Sr. Fabergé recurrió a la fuente de la belleza clásica, a Grecia y sus muestras. En sus copias lo mejor del arte griego está".
Esta opinión de su contemporáneo confirma bien los valores principales del joyero - la maestría y el sentido del estilo. La calidad alta es lo que siempre distinguía a Fabergé. Dijeron que el maestro se destruía con sus propias manos los productos que no cumplían con los estrictos estándares de excelencia.

Desde esta exposición empezó el nuevo capitulo de la historia de la Casa Fabergé, más impresionante y gloriosa. Durante los siguientes 35 años, la emperatriz María Fedorovna y su familia ha sido su cliente más leal y agradecida.
 El huevo Gallina. Museo de Fabergé de San Petersburgo
El huevo Gallina. Museo de Fabergé de San Petersburgo

Los huevos de Fabergé

En 1885 Fabergé obtuvo el título del "Joyero de Su Majestad Imperial y Joyero del Hermitage Imperial". Eso pasó gracias a la creación del primer regalo imperial - el huevo de Pascua. Y como la historia nos ha demostrado, este conjunto de los regalos curiosos imperiales era el proyecto más ambicioso y significativo del joyero, que hizo su nombre inmortal.

La Gallina, el primer huevo de Pascua, ahora está en el Museo Fabergé de San Petersburgo, la colección actual más grande de las obras del joyero.

Lee nuestro post en Culture Tourist Blog sobre la colección del Museo Fabergé (en inglés)

La Gallina fue ordenada por Alejandro III quien quería complacer a su esposa con algo muy especial. Es probable, que el mismo emperador ofreció el huevo de Dinamarca como la idea del regalo y si fue así podemos llamarle a coautor de la obra. Un huevo antiguo del siglo 18 parecido se guardaba en la casa real danés de dónde provenía la emperatriz María Fedorovna.

Usando esa idea, Carl Fabergé y sus joyeros crearon un regalo individual, lindo y modesto al mismo tiempo. El huevo original que le recordaba la infancia y patria le gustó mucho a la emperatriz y a toda la familia tanto, que puso el inicio a la colección imperial de los huevos de pascua preciosos con sorpresa.

El huevo Gallina, está cubierto por fuera con un esmalte blanco que imita una cáscara, y por dentro, lleva una "yema" de oro mate que contiene la figura de gallina de oro también. Antes la figura, a su vez, escondía una pequeña copia de la corona imperial, actualmente perdida.
Aunque la excelencia de la ejecución de la Gallina era excepcional, la idea de los regalos de Pascua en forma de huevo no era nueva para Rusia. Existía aquí desde el siglo 18 por lo menos. En el tesorero real se encuentran ejemplos de los huevos de Pascua, hechos de porcelana, conchas exóticas de nácar y huevos de avestruz. La gente común de Rusia intercambiaba los huevos de madera, papel-mache, chocolate, porcelana y plata. Con estos huevos decoraron de casas. Les colgaban bajo los iconos durante los días festivos.
La creación de cada huevo imperial duró un año y si los primeros bocetos eran aprobados personalmente por el emperador, los siguientes, según la leyenda familiar, dependían completamente de Carl Fabergé desde la idea hasta la elección de los materiales. El único requisito era la presencia de algún tipo de sorpresa y la forma del huevo, que se quedaba intacta. Muy a menudo, la sorpresa anual se asociaba con algún evento importante en la vida de la familia real: coronación, nacimiento de un heredero, aniversarios.

Desde la elaboración del huevo Gallina y hasta el año 1916, cuando el último huevo fue realizado, Casa Fabergé creyó 54 obras preciosas para la familia real Romanov. Primero era solo uno huevo cada año y desde 1895 comenzaron a producir dos regalos imperiales de Pascua, uno para la emperatriz madre y otro para la emperatriz joven, la esposa del emperador nuevo Nicolás II.
La primera pareja era:

El huevo-reloj azul con serpiente
para la emperatriz-madre, actualmente en la colección de los Príncipes de Mónaco. El color y el estilo de este huevo hecho de oro y esmalte repetía el estilo de la porcelana de Sevres.

El huevo del capullo de rosa para la esposa de Nicolás, Alexandra Fedorovna, hecho de oro, esmalte, rubís y diamantes en el estilo neoclásico. Ahora está en la colección del Museo Fabergé de San Petersburgo. Escondía como el secreto un capullo de rosa amarillo, la flor emblemática de la patria de la joven emperatriz. Este capullo llevaba una corona con collar por dentro, actualmente perdida.

Solo en los años 1905-1906, durante la guerra ruso-japonesa, esta tradición se interrumpió y no había regalos.

Los últimos dos huevos imperiales de Pascua fueron ordenados para el año 1917. Son los huevos muy originales y simples, hechos con el uso de los materiales raros - de abedul de Karelia y de cristal colorado. El uso de los materiales raros, pero baratos se caracteriza todos los huevos de los años de la Primera Guerra Mundial. Los huevos de abedul y la "Constelación" de cristal se consideraban perdidas hasta el año 2001, ahora pertenecen al museo Fabergé de Badén Badén, pero por la opinión de muchos expertos los origines de estos huevos son cuestionables.

el huevo de San Jorge o Georgievskoye por Fabergé
El último huevo indudable es el huevo de San Jorge o Georgievskoye, presentado a María Fedorovna y dedicado al orden militar más alto del imperio ruso. Este huevo de esmalte está decorado con una cinta de San Jorge y cruces, debajo de las cuales se esconden los retratos en miniatura de Nicolás II y su hijo, príncipe Alexéi. Este es el único huevo que María Fedorovna pudo llevar de Rusia en 1919. Ahora está en la colección del Museo Fabergé de San Petersburgo.

Hoy conocemos de 48 huevos imperiales solo, los otros se consideran perdidos después de la revolución rusa, les conocemos por descripción. Como ya sabes, estas desapariciones y nuevos descubrimientos de Fabergé son la razón de sensaciones interminables y los escándalos y disputas consiguientes.
Huevo Fabergé de Rothschild
Huevo de Rothschild. Ahora en la colección del Hermitage

Más allá de los imperiales, los joyeros de Fabergé producían los huevos de Pascua para la nobleza y gente rico como las familias Yusupov, Nobel, Kelch, etc. Algunos ejemplos podrás ver en el Museo Fabergé. También mencionamos el huevo Rothschild, que está en la colección del Hermitage, actualmente es el huevo más caro de Fabergé. Fue vendido por la familia Rothschild con la casa de subastas Christie en 2007 y comprado por el comerciante ruso Alexander Ivanov. En 2014, fue regalado al museo Hermitage por el presidente V. Putin.

La sorpresa de este huevo con reloj, hecho de oro y esmalte y decorado con diamantes y perlas, es un gallo mecánico dorado de esmalte y diamantes. Cada nueva hora, la tapa del huevo se inclina hacia atrás y se aparece un gallo, que está capaz de batir las alas, abrir el pico y cantar. Las sorpresas con gallos eran muy populares, pero no únicas, - los huevos también esconden barcos, flores, monumentos arquitectónicos, trenes, carrozas y otras cositas…

Lee más sobre las obras más destacadas del Hermitage en nuestra serie de publicaciones relacionadas.
Colgantes huevos de Fabergé. Colección del Hermitage
Colgantes huevos de Fabergé. Colección del Hermitage
Sin embargo, la Casa Fabergé era la joyería democrática, que satisfacía los gustos de los clientes de diferentes niveles. Junto con los huevos carísimos hacían pequeños colgantes en forma de huevos con esmalte, menos caros. La gente común podía comprar y regalarlos, eran muy populares entre las chicas jóvenes que les coleccionaban poniendo en los collares. ¡Así, la Casa Fabergé creyó los primeros charmes, que son muy populares actualmente! Eso es lo que hace ahora la firma Pandora. ¡Pues, no hay nada nuevo bajo el sol!
Casa Fabergé – la fábrica de las piezas de arte

Ahora nos parece que justo los huevos preciosos han hecho immortal y mundialmente reputado el nombre de Fabergé, pero no es completamente cierto. 15 años después de la creación del primer huevo imperial, a Carl Fabergé llegó el gran éxito - lo sucedió en la Expo de París de 1900, a donde el joyero ruso fue invitado como el miembro del jurado, junto con René Lalique y Frederic Boucheron.

Con el apoyo y consentimiento personal de Nicolás II y su esposa, Fabergé presento allí sus obras, incluso algunos huevos de Pascua y copias en miniatura de la corona imperial y las insignias del imperio ruso.
miniaturas de la corona e insignias imperiales rusas hechos por Fabergé
Ahora puedes ver las miniaturas de la corona e insignias imperiales en el edificio del Estado Mayor del Museo Hermitage.

A pesar de que en aquel momento los peinaditos parisinos eran partidarios del nuevo estilo Art Nouveau y las piezas "tradicionales", clásicas de Fabergé les parecían fuera de moda, su maestría altísima no podía pasar desapercibida. La exposición de París era el triunfo que duraba los años. Carl Fabergé, sus 2 hijos y otro joyero destacado de la Casa, Mijail Perkhin, fueron galardonados con la Legión de Honor, la condecoración principal de Francia.

Otras casas de joyería famosas estuvieron bajo la influencia del estilo Fabergé, y la Casa de Fabergé se convirtió en un proveedor de las cortes reales de Europa y Asia. Eran los proveedores de la corte del emperador ruso, el rey de Suecia y Noruega, el rey del Reino Unido y el joyero y esmaltador de la corte del rey de Siam.
figuras de animales en miniatura y ramas de flores talladas de piedras preciosas Fabergé
Y si la familia Romanov «coleccionaba» huevos, la familia real inglesa hizo una rica colección de figuras de animales en miniatura y ramas de flores talladas de piedras preciosas y semipreciosas de Ural y Siberia. El rey Eduardo VII de Inglaterra encargó una serie de sus favoritos animales y aves de la granja real de Sandringham. Las imágenes habían talladas en Rusia sobre los modelos hechos en Inglaterra a partir de la naturaleza.

La Casa Fabergé produjo la mayoría de las figuras de piedras talladas en los años 1900 después de la apertura de su propio taller de corte de piedra. Estas obras se convertían inmediatamente en los objetos de atención y reconocimiento de todos los conocedores del arte decorativo.

Las figuras fueran inspiradas por el arte japonés que era muy de moda en la época de Art Nouveau. Las flores de piedra son una reflexión de "ikebana" y de ideas del arte oriental, en figuras animales también podemos mencionar la influencia del arte de netsuke.

Estas obras confirman otra vez la curiosidad, apertura y gran flexibilidad de Fabergé a los corrientes y estilos diferentes.
Casa de Fabergé en Bolshaya Morskaya 24

En 1898 Carl Fabergé compró un edificio en la calle Bolshaya Morskaya para construir allí su casa nueva, mucho más grande, necesaria para su negocio constantemente creciente. La existente casa fue reconstruida y ampliada por el arquitecto K. Schmidt, el sobrino del joyero. La reconstrucción fue terminada en 1900, el edificio ubicaba todo: la casa propia de la familia, tienda, estudio de artistas, talleres y tesorero.
Entre otras innovaciones técnicas la casa nueva tenía la caja fuerte conectada con la electricidad que se levantaba como un ascensor a la segunda planta. Esta caja fuerte era muy segura para la época. Después de la Revolución de febrero de 1917 muchos clientes confían sus tesoros a Fabergé y los guardaban en su tienda.

Los chekistas no podían abrir el "ascensor". Lo lograron en mayo de 1919, solo al saber el código secreto. Entre otras obras encontraron allí los últimos huevos de abedul y constelación.
Esta tienda era la cede de la Casa. Para el comienzo del siglo XX ya habían abiertas las tiendas de Fabergé en Moscú (1887), Odessa (1890) y Kiev (1905). En el año 1903 abrieron la tienda de Fabergé en Londres, encabezada por Nicolás, el hijo menor. Carl Fabergé tenía 4 hijos, todos eran joyeros y participaron en el negoció familiar.
Taller de Fabergé. Foto antigua
Principios de trabajo de Carl Fabergé. Joyeros más conocidos de Casa Fabergé

Claro que la joyería tan grande era mucho más que el negocio familiar. No sabemos que obras hizo el mismo Carl, pero no dudamos su capacidad excepcional de gerente y perfecta afinación del estilo, sentido del gusto y de los talentos. Durante su historia, bastante corta, la Casa Fabergé creyó más de 200 000 obras joyeras, sus maestros eran artistas que contaban con todas las aptitudes y técnicas conocidas de la época.

La Casa Fabergé era un tipo de la fábrica para producir tesoros, que unía talentos. A principios del siglo XX allí trabajaron hasta 600 maestros y todos fueron los mejores artesanos de su tiempo - joyeros, esmaltadores, miniaturistas y picapedreros. Ellos se consideraron su colaboración con la Casa como un honor.

La palabra "colaboración" es la más adecuada para este tipo de trabajo – Fabergé invitaba diferentes joyeros a cooperar y muchos de ellos también tenían sus propias talleres y sellos, que ponían junto con el sello de Fabergé. Carl Fabergé nunca "se benefició" de los talentos de otras personas, los nombres de sus joyeros también son bien conocidos.

Mijail Perkhin - uno de los joyeros más brillantes de la época. Nació en una familia campesina en Carelia, llegó a San Petersburgo para estudiar y luego se convirtió en el joyero jefe de la Casa Fabergé y en el creador de 28 magníficos huevos imperiales de Pascua y otras obras perfectas. Entre sus obras hay huevos imperiales de esmalte azul con mano de serpiente, lirios del valle, de coronación, tren transiberiano, todos huevos de la familia Kelch, huevo de Rothschild y Huevo de la duquesa de Marlborough.

El taller de Mijail Perkhin contaba con 50 joyeros, hacían joyas para la Casa Fabergé junto con sus obras propias. Desde 1891, Mijail Perkhin obtuvo el título del comerciante de II gremio y del ciudadano honorario de San Petersburgo.
Con Fabergé trabajaba Alma Pihl, la primera y única mujer joyera de la Casa.

Sra Pil , nacida en Moscú, provenía de una familia de joyeros suecos rusificados, que hablaban ruso entre sí, pero conservaban la fe luterana. Fue diseñadora de joyas de oro, plata y piedras preciosas, en particular, los colgantes para el 300 aniversario de la dinastía Romanov, regalos memorables para la familia Nobel y más. Conocida sobre todo como la creadora del efecto de "escarcha sobre cristal" y "huevo de invierno con campanillas" que ahora forma parte de la colección del Emir de Qatar.

Lee sobre la familia Nobel en Rusia aquí

En 1917 emigró a Finlandia donde trabajaba como la profesora de arte de la escuela, sin contar a nadie de su pasado en Rusia.

Además, Fabergé invitaba los arquitectos, escultores y pintores famosos para colaboración y creación de algunas obras grandes. Por ejemplo, cooperaba con arquitecta L. Benois y pintor G. Savitsky. Todas las actividades de la Casa Fabergé se dirigían para cumplir la idea principal – crear joyería original de calidad altísima, hecha por los maestros virtuosos.
Artículos militares de Fabergé
Artículos militares de Fabergé

Junto con las obras de arte joyero producían cosas simples, especialmente durante la Primera Guerra mundial–no era tiempo de lujo, además faltaban los metales preciosos y Fabergé comenzó a producir cosas de cobre, baratas y necesarias: como vajillas, teteras, samovares, cajas para cigarrillos y productos para el frente y hospitales: instrumentos médicos y hasta los granados. Ahora puedes ver algunos de estos objetos en las colecciones del Museo Fabergé y el Edificio del Estado Mayor del Hermitage en San Petersburgo.

Era el principio del fin del imperio creado por Fabergé y de todo el mundo bien conocido y entendido, pero por el momento todavía no lo sabían…
Foto de Carl Fabergé trabajando
Carl Fabergé trabajando

Caída del gran imperio de Fabergé

En noviembre de 1918, después de la victoria del nuevo poder revolucionario, la Сasa Fabergé fue cerrada y todas las pertenencias fueron nacionalizadas. Carl Fabergé, disfrazado del mensajero de la embajada suiza, huyó del país sin llevar casi nada y no podía restablecer su negocio nunca.

La Casa Fabergé se cayó, así como todo el imperio ruso y la vida noble y lujosa a que pertenecía. "No tengo sentido para vivir así", repetía a menudo el joyero viejo pasando sus últimos años en Alemania y Suiza. Carl Fabergé murió en Lausana el 24 de septiembre de 1921.

La gran parte de las obras nacionalizadas de la Casa Fabergé fueron vendidas en los años 1920-1930 por el gobierno soviético a través de la cadena de las tiendas Torgsin y en el mercado ilícito.

Lee nuestro post sobre Mijaíl Bulgakov y su libro El Maestro y Margarita para descubrir más sobre aquella época y las tiendas Torgsin.

Pocas joyas de Fabergé fueron sacadas de Rusia por la familia Fabergé y los clientes de la Casa.

Las ventas sucias del nuevo gobierno soviético y el fracaso comercial de los hijos de Fabergé en Europa, son las raíces de leyendas interminables, sobre todo asociadas con los tesoros de Fabergé y los huevos imperiales.
Hijos de Carl Fabergé: Agatón, Eugeni y Aleksandr

En los primeros años posrevolucionarios, los hermanos Fabergé se quedaban en Rusia. Agatón trabajaba primero como el tasador del fondo estatal establecido para el control y contabilidad de los valores, pero luego se huyo a Finlandia con su familia. Aleksandr y Eugeni también lograron abandonar el país y abrieron la Casa Fabergé & Cie en París, pero no tenían éxito y perdieron sus derechos de autoría. Es la historia separada y tiene poco en común con el protagonista de esta publicación y la joyería. El problema principal era lo que Carl Fabergé nunca registró su negocio como la marca comercial.

Después de la revolución rusa en Europa y América vendían muchísimas falsificaciones, tales llamados "Falsberge". Uno de los que puso en marcha la producción de falsificaciones fue el multimillonario estadounidense Armand Hammer que compró gran numero de obras de Fabergé y las otras obras maestras de museos rusos, incluso el Hermitage.

En 1931 apareció Fabergé Inc que vendía perfumes. Los hermanos Fabergé perdieron el caso en el tribunal y su marca familiar, recibiendo 25000$ de compensación solo. Desde entonces Fabergé Inc podía producir todo lo que quería bajo el nombre, incluso la química domestica.

Colección del Museo Fabergé de San Petersburgo

A pesar de la historia triste de la Casa Fabergé después de 1918, algunas sus obras se quedaron en Rusia y ¡otras han vuelto de nuevo a su patria en los últimos años!

El evento sobresaliente era la creación del Museo Fabergé en San Petersburgo, fundado por el famoso negociante ruso Víctor Vekselberg, y abierto en el Palacio Shuvalov en 2011.
V. Vekselberg compró 9 huevos imperiales, conocidos como la colección de Forbes y así los salvó de la división durante la subasta. El museo está dedicado a Fabergé y al desarrollo de la joyería rusa del siglo XX. Hoy en día, la colección del museo cuenta con más de 4.000 artículos creados por la Casa Fabergé y sus contemporáneos.
Puedes visitar este museo por tu cuenta o durante nuestro tour de Fabergé .

Merece la pena ver la única colección del Museo Fabergé, así como las otras obras de Casa Fabergé en la colección de la Armería del Kremlin de Moscú (que contiene 10 huevos imperiales) y el Museo Hermitage de San Petersburgo.

Ningunas palabras son suficientes para describir la belleza, maestría virtuosa y brillo de las piedras preciosas de las obras Fabergé. ¡Pero que emociones sentirás al verlas con tus ojos por primera vez!

Espero que te guste esta publicación y que te serviría como un impulso para descubrir la herencia del grandísimo joyero ruso. Deseo con todo mi corazón, que pronto podremos continuar estos descubrimientos juntos y en vivo en tu próxima visita a Rusia.

Durante nuestro tour de Fabergé veremos el Museo Fabergé, los lugares, relacionados con el joyero y sus clientes excepcionales, y te contaremos muchas historias que se han quedado fuera de este post.

Si te interesa saber más del tema, de los maestros y miembros de la Casa Fabergé, no dudes de escribirme, te contaré todo lo que conozco o conoceré.

Texto Karina Carusel Tours
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