21 julio 2022
Receta de draniki – tortilla de patatas eslava tradicional, rápida, sencilla y crujiente
La familia de mi madre proviene de Bielorrusia y el principal (y único) plato típico bielorruso que cocinamos en casa es draniki. Es fácil y rápido para preparar, y muy delicioso, sobre todo cuando se come caliente, recién sacado de la sartén.
En esta publicación te propongo la receta familiar nuestra de draniki, aprobada por muchas generaciones. Los draniki es el plato perfecto especialmente acompañado con el salmón ligeramente salado. Por eso, como un bono te doy una receta simple de cómo salar salmón en casa si no lo encuentres en tus tiendas locales.
En esta publicación te propongo la receta familiar nuestra de draniki, aprobada por muchas generaciones. Los draniki es el plato perfecto especialmente acompañado con el salmón ligeramente salado. Por eso, como un bono te doy una receta simple de cómo salar salmón en casa si no lo encuentres en tus tiendas locales.
Draniki – el significado y otros nombres
La palabra draniki tiene la forma plural, al igual que vareniki, pirozhki, bliny o pelmeni. Una pieza de draniki es dranik. El nombre deriva del verbo "drat'", que significa desgarrar, y describe el modo de cocinar el plato, ¡hay que desgarrar o rallar la patata!
Como he dicho, es un plato típico y no solo en Bielorrusia, lo encontrarás con nombres diferentes en Letonia y Lituania, Polonia, Ucrania, Rusia, Alemania, Austria, Eslovaquia, la República Checa… En la cocina judía de Europa del Este se lo conoce como latkes.
La palabra draniki tiene la forma plural, al igual que vareniki, pirozhki, bliny o pelmeni. Una pieza de draniki es dranik. El nombre deriva del verbo "drat'", que significa desgarrar, y describe el modo de cocinar el plato, ¡hay que desgarrar o rallar la patata!
Como he dicho, es un plato típico y no solo en Bielorrusia, lo encontrarás con nombres diferentes en Letonia y Lituania, Polonia, Ucrania, Rusia, Alemania, Austria, Eslovaquia, la República Checa… En la cocina judía de Europa del Este se lo conoce como latkes.
Ingredientes para una porción
2 patatas grandes
Media cebolla o una cebolla pequeña
Harina de trigo
1 huevo
Sal y pimienta negra al gusto
Aceite de girasol para freír (o análogo)
2 patatas grandes
Media cebolla o una cebolla pequeña
Harina de trigo
1 huevo
Sal y pimienta negra al gusto
Aceite de girasol para freír (o análogo)
Como cocinar
Primero hay que rallar las patatas con el rallador grueso. Yo uso uno con agujeros más pequeños y afilados. ¡Hazlo con cuidado, para no cortarte los dedos! Coloca la patata rallada en un bol.
Luego ralla la cebolla con el mismo rallador. En este momento siempre me pongo a llorar, porque soy muy sensible a la cebolla cruda, pero si la lavo en agua fría y la rallo mojada, ¡eso ayuda un poco a soportar! Coloca la cebolla rallada en el mismo bol con la patata.
Exprime la mezcla de patatas y cebolla ralladas usando la cuchara puesta por encima de la masa y retira el exceso de líquido, pero no la exprimes demasiado, la mezcla tiene que ser jugosa y no debe quedarse seca.
Agrega un huevo, unas cucharadas de harina de trigo, sal y un poco de pimienta negra molida a la masa y mezcla todo bien con el tenedor o con tus manos hasta que se quede suave. La masa debe ser tan espesa como la crema agria, pero no demasiado espesa. Luego deberías poder ponerla en la sartén con una cuchara.
Pon la sartén al fuego y verte un poco de aceite de girasol para freír. El aceite debe cubrir el fondo de la sartén por completo en unos 0,5 cm más o menos. Déjalo para calentarse.
Primero hay que rallar las patatas con el rallador grueso. Yo uso uno con agujeros más pequeños y afilados. ¡Hazlo con cuidado, para no cortarte los dedos! Coloca la patata rallada en un bol.
Luego ralla la cebolla con el mismo rallador. En este momento siempre me pongo a llorar, porque soy muy sensible a la cebolla cruda, pero si la lavo en agua fría y la rallo mojada, ¡eso ayuda un poco a soportar! Coloca la cebolla rallada en el mismo bol con la patata.
Exprime la mezcla de patatas y cebolla ralladas usando la cuchara puesta por encima de la masa y retira el exceso de líquido, pero no la exprimes demasiado, la mezcla tiene que ser jugosa y no debe quedarse seca.
Agrega un huevo, unas cucharadas de harina de trigo, sal y un poco de pimienta negra molida a la masa y mezcla todo bien con el tenedor o con tus manos hasta que se quede suave. La masa debe ser tan espesa como la crema agria, pero no demasiado espesa. Luego deberías poder ponerla en la sartén con una cuchara.
Pon la sartén al fuego y verte un poco de aceite de girasol para freír. El aceite debe cubrir el fondo de la sartén por completo en unos 0,5 cm más o menos. Déjalo para calentarse.
En lugar del aceite de girasol, puedes usar el aceite de semilla de uva, es una opción más cara, pero saludable. Y cualquier tipo de aceite que eliges debe ser apto para freír.
Una vez que el aceite esté suficientemente caliente, coloca con cuidado la masa de patata en la sartén, usando la cuchara grande. Una cuchara de masa para un dranik. Cuando veas que los bordes de draniki están dorados, da les la vuelta rápida.
Conseguirán el color dorado en un minuto o menos. Una vez que los draniki estén dorados por ambos lados, colócalos en un plato grande cubierto con una toalla de papel para que absorba el exceso de aceite.
Conseguirán el color dorado en un minuto o menos. Una vez que los draniki estén dorados por ambos lados, colócalos en un plato grande cubierto con una toalla de papel para que absorba el exceso de aceite.
Cuanto más delgados sean tus draniki, más rápido se cocinarán. Si quieres que queden delgadas, puedes aplastarlos con cuidado con la cuchara cuando los coloques en la sartén. ¡No te aconsejaría cubrir la sartén con la tapa, porque así los draniki perderán su textura crujiente!
¡Ahora ves que fácil es la receta y que simples son los ingredientes!
La forma favorita de servir los draniki en mi familia es con crema agria y salmón ligeramente salado. Si tienes lonchas de salmón ahumado, también puedes usarlas. Los mejores draniki se comen calientes y crujientes, pero también se puede calentarlos en el horno al día siguiente.
!Y un bono prometido! Aquí está la receta fácil para convertir el salmón crudo al delicioso salmón ligeramente salado.
La forma favorita de servir los draniki en mi familia es con crema agria y salmón ligeramente salado. Si tienes lonchas de salmón ahumado, también puedes usarlas. Los mejores draniki se comen calientes y crujientes, pero también se puede calentarlos en el horno al día siguiente.
!Y un bono prometido! Aquí está la receta fácil para convertir el salmón crudo al delicioso salmón ligeramente salado.
La receta rusa de salmón salado casero
¿Cómo salar salmón en casa? Es muy fácil y te ahorrará dinero. Lo más importante es usar el salmón fresco, se puede congelar, pero solo una vez. ¡Cuanto más fresco esté el pescado, mejor será el resultado!
Ingredientes
Filete de salmón o trucha
Sal marina gruesa
Azúcar
Brandy o coñac
Grano de pimienta rosa (pimienta rosa brasileña, baie rose)
¿Cómo salar salmón en casa? Es muy fácil y te ahorrará dinero. Lo más importante es usar el salmón fresco, se puede congelar, pero solo una vez. ¡Cuanto más fresco esté el pescado, mejor será el resultado!
Ingredientes
Filete de salmón o trucha
Sal marina gruesa
Azúcar
Brandy o coñac
Grano de pimienta rosa (pimienta rosa brasileña, baie rose)
Cómo salar salmón
Coloca el filete de salmón en un recipiente de vidrio plano o en un molde de horno rectangular.
En un recipiente separado, mezcla la sal marina gruesa con el azúcar en una proporción de 50/50. Por cada medio kilo de salmón necesitarás aproximadamente 1 cucharada de sal y 1 cucharada de azúcar. Usa la cucharada grande de sopa.
Frota el filete de salmón con esta mezcla por ambos lados, vierte con cuidado 2-3 cucharadas soperas de brandy o coñac sobre el filete y espolvoréalo con granos enteros de pimienta rosa.
Cubre el salmón con papel de aluminio o con la tapa y coloca en la parte más fría de tu frigorífico (¡NO al congelador!) para toda la noche. Por la mañana, abre el recipiente con salmón y dale la vuelta al filete para que se tome la sal por ambos lados igualmente. Cubre lo con la tapa de papel de aluminio y déjalo allí hasta la noche. ¡Por la noche debería estar listo!
¡Consume tu salmón en pocos días! No se puede guardar más de un par de días, y si salaste demasiado salmón, seria mejor cortarlo en rodajas y congelarlo.
¡Lee otras recetas tradicionales nuestras y avísanos si tienes alguna pregunta!
Coloca el filete de salmón en un recipiente de vidrio plano o en un molde de horno rectangular.
En un recipiente separado, mezcla la sal marina gruesa con el azúcar en una proporción de 50/50. Por cada medio kilo de salmón necesitarás aproximadamente 1 cucharada de sal y 1 cucharada de azúcar. Usa la cucharada grande de sopa.
Frota el filete de salmón con esta mezcla por ambos lados, vierte con cuidado 2-3 cucharadas soperas de brandy o coñac sobre el filete y espolvoréalo con granos enteros de pimienta rosa.
Cubre el salmón con papel de aluminio o con la tapa y coloca en la parte más fría de tu frigorífico (¡NO al congelador!) para toda la noche. Por la mañana, abre el recipiente con salmón y dale la vuelta al filete para que se tome la sal por ambos lados igualmente. Cubre lo con la tapa de papel de aluminio y déjalo allí hasta la noche. ¡Por la noche debería estar listo!
¡Consume tu salmón en pocos días! No se puede guardar más de un par de días, y si salaste demasiado salmón, seria mejor cortarlo en rodajas y congelarlo.
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